jueves, 7 de junio de 2007

BUENAS NOCHES, Y BUENA SUERTE - Jueves 14 Junio 2007

Dirección: George Clooney.
País: USA.
Año: 2005.
Duración: 93 min.
Género: Thriller político.
Interpretación: David Strathairn (Edward R. Murrow), Robert Downey Jr. (Joe Wershba), Patricia Clarkson (Shirley Wershba), Ray Wise (Don Hollenbeck), Frank Langella (William Paley), Jeff Daniels (Sigfried "Sig" Mickelson), George Clooney (Fred Friendly), Tate Donovan (Jesse Zousmer), Tom McCarthy (Palmer Williams), Matt Ross (Eddie Scott).
Guión: George Clooney y Grant Heslov.
Producción: Grant Heslov.
Fotografía B/N: Robert Elswit.
Montaje: Stephen Mirrione.
Diseño de producción: Jim Bissell.
Dirección artística: Christa Munro.
Vestuario: Louise Frogley.
Estreno en USA: 7 Octubre 2005.
Estreno en España: 10 Febrero 2006.
Sinopsis:
En octubre de 1953, el periodista Edward R. Murrow y su incondicional equipo, capitaneado por Fred Friendly, elaboraron para el programa televisivo "See it now" de la CBS dos episodios centrados en el senador McCarthy y su abuso de poder. Considerado una gran pieza del periodismo de investigación, el enfrentamiento de Murrow contra McCarthy acabó provocando el fin de la caza de brujas. La película relata, precisamente, esa pequeña batalla lidiada a favor de la libertad de expresión.
Comentario:
Periodismo y política : ¿cualquier tiempo pasado fue mejor? por Vickie Olsen
George Clooney, quien saltó a la fama por guapo en la serie televisiva Urgencias, pronto empezó a destaparse como uno de los actores de Hollywood a quien no le basta con ser una cara bonita. Aunque es verdad que ha seguido una línea de trabajo dentro del género romántico donde ha triunfado siempre, también es cierto que ha intentado escoger guiones y directores que prometían ofrecerle la oportunidad de desarrollar otro tipo de interpretación más comprometido. Cabe destacar Tres reyes (1999), una crítica en clave de comedia de la guerra del Golfo, o Syriana (2005), una dramática condena de la actual política de petróleo de Estados Unidos. Pero donde de verdad ha dado rienda suelta a sus ganas de hacer un cine libre de las ataduras de lo políticamente correcto ha sido en las dos películas que ha dirigido hasta ahora: Confesiones de una mente peligrosa (2002) y Buenas noches y buena suerte (2005). En ambas Clooney insiste en analizar el poder de los medios, y en particular el de la televisión.Clooney, cuyo padre desarrolló su carrera profesional como presentador de televisión en los años cincuenta y sesenta, hace un homenaje en esta última película a aquellos años en que la tele empezó a desplazar a la radio y la prensa escrita. La meticulosa puesta en escena del estudio de la CBS en Nueva York desde donde emitía sus programas el periodista de investigación, Edward R. Murrow, nos traslada al año 1953, época en que el pueblo americano vivía atemorizado por el Senador Joseph McCarthy y su caza de brujas. En aquellos años confusos y peligrosos del principio de la guerra fría, los medios tendían a doblegarse, por miedo a ser acusados de “rojos”, a los pautas de los políticos anticomunistas encabezados por McCarthy. Así fue hasta que Murrow, cargado de convicciones profesionales y de un sentido de responsabilidad hacia su público, emprende una investigación periodística, con el beneplácito de la CBS, que termina en una entrevista en directo en la que Murrow consigue revelar la naturaleza manipuladora de la política de McCarthy. Este episodio, recreado por Clooney en la pantalla con material de archivo de la entrevista en cuestión, marcó el principio del fin de una lacra que, durante una década, hizo trizas de las libertades en las que se fundamentaba la sociedad estadounidense.Aparte de su innegable valor histórico y documental, Buenas noches y buena suerte llega a las pantallas en un momento muy apropiado. En lo que concierne a Estados Unidos, la película de Clooney invita a una reflexión sobre la situación actual en la que se divisa una fatídica combinación de manipulaciones políticas y falta de compromiso por parte de los medios (con raras excepciones como la radio y la televisión públicas, National Public Radio (NPR) y Public Broadcasting System (PBS), ambas penosamente minoritarias aunque muy dignas). Pero en estos tiempos de imparable globalización (promocionada precisamente por los medios de comunicación, y en particular la televisión), esta reflexión ha de extenderse a todos los espectadores de la película allá donde se proyecte. La película demuestra como McCarthy destruía a la gente con mentiras, pero gracias a la valentía de un periodista y su equipo, a McCarthy le destruyó la verdad.

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